África, ¿tierra de misión?
De los 53 países que conforman África, San Tomé y Príncipe representa una realidad sui generis en el caleidoscopio africano. Cuando los portugueses llegaron, hace más de 500 años, las dos islas que forman este pequeño país estaban completamente despobladas. Al recibir a gente de muy diferentes lugares dio como resultado una cultura mestiza, con base africana y europea. Este mestizaje está presente también en la Iglesia, ya que Mons. Manuel Antônio Mendes dos Santos es portugués.
“Sobretodo en los últimos tiempos se está oyendo mucho la teología de que toda la Iglesia debe ser misionera y no sólo que algunos sectores lo sean y otros lo reciban. Y yo diría que África en este momento también es expresión de esta dúplice dimensión. Aún es una tierra hacia donde van muchos misioneros. No obstante, de esa misma diócesis, que tiene 475 años, también hay muchos misioneros esparcidos por otros lugares”.
Ser misionero es el arte de enseñar, pero también el arte de aprender, como lo destaca mons. Manuel:
“La perspectiva que tenemos de África, a mi modo de ver, es una tierra que continúa necesitando mucho apoyo, ayuda y colaboración, pero también es una tierra en la que podemos encontrar una Iglesia viva, una Iglesia joven, una Iglesia que vive con mucha alegría su fe y por lo tanto, también nosotros podemos aprender a creer en el futuro, aprender la alegría de vivir, a vivir toda la liturgia con una alegría espontánea muy grande, etc”.
Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau y Mozambique, San Tomé y Príncipe integran los PALOP, Países Africanos de Lengua Oficial Portuguesa- idioma hablado por más de 37 millones de personas en el continente.
