Católicos en China, una esperanza para la Iglesia
Ciudad del Vaticano, 9 mar (EFE).- China y el Vaticano emprenden negociaciones para intentar recuperar los lazos rotos en 1951, año en que Pío XII excomulgó a dos obispos designados por el Gobierno chino. Una comisión creada por Benedicto XVI examinará las reacciones a la carta que el Papa envió el año pasado a los chinos, en la que expresó su deseo de restablecer las relaciones diplomáticas con China, pidió que se respete la libertad religiosa y abogó por un acuerdo con Pekín para el nombramiento de los prelados.
El Vaticano calcula que existen entre 8 y 12 millones de católicos. Están divididos entre los que pertenecen a la Iglesia oficial conocida como Patriótica y controlada por el gobierno comunista, y la clandestina, en comunión con Roma y perseguida por el régimen chino.
El corazón chino del catolicismo se encuentra en Hebei, una provincia que envuelve a Beijing y alberga a la octava parte de católicos del país. Cada año, Hebei registra más de mil conversiones, la mayoría jóvenes o adultos. Allí también florece el mayor número de vocaciones religiosas de la parte continental. Casi el 60% de sacerdotes chinos nacieron o crecieron en esta provincia. El porcentaje se incrementa hasta 10 puntos en caso de las religiosas.
