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Cinco grandes pintores del Renacimiento que pintaron para la Iglesia

Todas las artes siempre han sido la expresión del magnífico espíritu del hombre.  En el Renacimiento la pintura, la escultura, la arquitectura, entre otras artes; alcanzan un nivel altísimo. ¿Cuál era la más profunda motivación de estas genialidades? La fe, es decir la relación entre Dios y el hombre. Kim Espinoza – colaboradora de este blog – nos comparte un breve trabajo sobre pintores del renacimiento que pintaron para la Iglesia. 

Por: Kim Espinoza

La pintura renacentista se destacó frente a la de la Edad Media por la evocación de la belleza y de lo antiguo, y la observación de la naturaleza recreada con fidelidad. Además de convertir a la figura humana en el centro y medida de todas las cosas. Ya que en esta etapa se pasa del teocentrismo al antropocentrismo.

Sin embargo, en esta época muchos de sus pintores han realizado trabajos con temáticas cristianas. Y más aún, algunos de ellos han pintado frescos y murales en iglesias.

1. Rafael Sanzio (1483-1520)

Conocido también como Rafael de Urbino, por ser el lugar donde nació, o simplemente Rafael, con apenas 19 años, realizó su primer trabajo: “Retablo Baronci” para la Iglesia de San Nicolás de Tolentino. Y posteriormente pintó una serie de frescos para la catedral de Siena.
A los 25, pintó las estancias del Vaticano: la del Sello; la de Heliodoro; la del Incendio del Borgo y la Estancia de Constantino.
También realizó 10 cartones para tapices, entre los que se encuentran las vidas de San Pedro y San Pablo, realizados para la Capilla Sixtina.

2. Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564)

Michelangelo Buonarroti, como se llamaba en realidad en italiano, fue otro de los artistas más importantes del Renacimiento. Su primer trabajo para la iglesia lo realizó en el Convento del Santo Spirito con la escultura llamada “Crucifijo de Santo Spirito”, datado entre 1492-1494.
Pero sin dudas, su obra máxima dentro del ámbito de la Iglesia han sido los frescos para la bóveda de la Capilla Sixtina. Entre ellos, los más conocidos son las nueve historias del Génesis.

Más tarde pintó el “Juicio Final” en la pared del altar de la Capilla Sixtina. Y para la Capilla Paulina, dos grandes frescos: “La conversión de san Pablo” y “El Martirio de San Pedro”.

3. Leonardo da Vinci (1452-1519)

Leonardo di ser Piero da Vinci no se destacó por tener una pródiga relación con la Iglesia. Sin embargo, ha realizado algunas obras religiosas por encargo y otras por decisión personal.

La primera en la que participa es en “El Bautismo de Cristo”, cuadro realizado por su maestro, Verrocchio, en la que Leonardo trabajó sobre los dos ángeles que se encuentran a la izquierda del óleo.

Posteriormente comenzó a pintar la “Adoración de los magos”, para el monasterio de San Donato, pero nunca lo terminó.
Entre 1483 y 1486, plasmó “La Virgen de las Rocas” que iría a la capilla San Francesco el Grande de Milán.  Desde ya que su gran obra es “La última cena” realizada entre 1494 y 1498 para el convento dominico de Santa María delle Grazie.

4. Tiziano Vecelli o Vecellio (1490-1576)

Perteneciente a la escuela veneciana, se destacan entre sus obras religiosas, “La Asunción de la Virgen”, que se encuentra en su lugar original: la Basílica de Santa María dei Frari, en Venecia.

También realizó el “Martirio de san Lorenzo”, una pintura para el retablo mayor del Monasterio de El Escorial, a pedido de Felipe II de España.
Otros óleos con temática religiosa, realizados por su propia inspiración son: “San Juan Evangelistsa en Patmos” y siete versiones de “Magdalena Penitente”. Su obra póstuma: “La piedad”, fue terminada por uno de sus discípulos.

5. El Greco (Domenikos Theotokópoulos) (1541-1614)

Este artista nacido en la actual capital de Creta, Grecia, pertenece al final del Renacimiento.  Instalado en Toledo, España, se le encargó el retablo mayor y dos laterales en la iglesia de Santo Domingo el Antiguo. Simultáneamente realizó “El expolio” para la sacristía de la catedral de Toledo.

Encarnando las ideas de la Contrarreforma pinta varios retablos entre ellos: “San José con el Niño Jesús”; “San Martín y el mendigo” entre otros para una capilla privada de Toledo dedicada a San José. El último realizado fue para la capilla del Hospital Tavera en 1608, donde se destaca el lienzo “El quinto sello del Apocalipsis”.

Written by Rafael de la Piedra