Clínicas suizas de “muerte asistida” ayudan a morir a pacientes deprimidos
Nuevamente la realidad es mucho más «creativa» que la ficción. Estas Clínicas darían “cócteles mortales” a extranjeros sin constatar exigencias legales
.- Las clínicas suizas Dignitas y Exit International estarían ejecutando el suicidio asistido de personas que sufren de depresión, sin brindarles mayor atención y sin necesidad de diagnóstico comprobado.
Según el diario inglés Sunday Telegraph, las mencionadas clínicas han sido acusadas de no cumplir con las normas que Suiza establece para los suicidios asistidos y proporcionarían fármacos mortales a personas solo unas horas después de haber llegado a estos establecimientos.
Andreas Brunner, el fiscal de Zurich, indicó al citado diario inglés que “no estamos tratando de prohibir el llamado turismo de la muerte, pero la fuente de suicidios debe ser regulada más estrictamente. Los fiscales ven cada suicidio, asistido o no, y descubren que existen muchos casos en los que no queda claro si la persona ayudada a morir escogió la muerte con el pleno usos de su capacidad de decisión”.
“Las investigaciones son complicadas, dada la falta de evidencias luego del suicidio. Por lo tanto, exigimos que el gobierno federal enmiende la legislación para permitir e iluminar el monitoreo” de estos casos, agregó.
El caso que destapó estos excesos fue el de una alemana de 67 años que recurrió al suicido asistido en Dignitas. La mujer había presentado a la clínica documentos falsos en los que se afirmaba que sufría de cirrosis. Resultó, que en realidad, era alcohólica y sufría de depresión.
El Dr. Daniel Hell, de la Comisión de Consejería Ética Nacional de Suiza, indicó que “creemos que han podido haber más casos en los que personas con depresión temporal han sido ayudadas a terminar con sus vidas”.
En Suiza es legal que los médicos ayuden a enfermos terminales a morir. Dos de las clínicas que ofrecen esta práctica son Dignitas y Exit International, las que también ponen este procedimiento a disposición de los extranjeros. Los mencionados recintos ejecutan la mayoría de las 300 muertes asistidas que ocurren cada año en el país.
