Fernando Sebastián: «La homosexualidad se puede normalizar con tratamiento»
El futuro cardenal español: «A una persona le puedo decir que tiene una deficiencia que es lo que es, pero eso no justifica que deje de estimarla y ayudarla»
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«Con todos los respetos, digo que la homosexualidad es una manera deficiente de manifestar la sexualidad […],que se puede normalizar con tratamiento». Es lo que dijo el teólogo Fernando Sebastián Aguilar, arzobispo emérito de Pamplona y Tudela, que será creado cardenal por Papa Francisco durante el próximo Consistorio del 22 de febrero.
En una amplia entrevista con el periódico “Sur” de Málaga, en donde reside, el neo-cardenal afirmó: «En nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias. Yo tengo hipertensión, ¿me voy a enfadar porque me lo digan? Es una deficiencia que tengo que corregir como pueda.
El señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado. No es ofensa, es estima. Cuando una persona tiene un defecto, el buen amigo es el que se lo dice». Ha habido muy diferentes reacciones sobre todo en España ante esta postura y seguramente las polémicas continuarán en los próximos días.
Sebastián también comentó la frase que pronunció Papa Francisco en julio a propósito de la homosexualidad: «¿Quién soy yo para juzgar?», y subrayó que «el amor humano es lo que es y la Iglesia tiene que defender la verdad y la autenticidad profunda del hombre, ayudando a todos, a los que lo realizan bien y a los que se equivocan o fallan».
En cuanto a los casos de pederastia en la Iglesia, el neo-cardenal sostuvo que «tenemos que educar bien en los seminarios, discernir, seleccionar a los candidatos a sacerdotes lo mejor que podamos, siempre con el temor de que las personas no somos máquinas y pueden fallar. Pero es admirable el valor de Benedicto XVI y del Papa Francisco de afrontar este problema, reconocer las deficiencias y poner remedio en la medida en que depende de la Iglesia».
Y, al final de la entrevista, reflexionó sobre el aborto, en el caso específico de la legislación española: «Es un debate mal planteado. Se elude la verdad del aborto. No es la interrupción del embarazo, es la interrupción de la vida de un ser humano incipiente que está en el vientre de su madre. A partir de ahí podemos discutir si es lícito o despenalizado. ¿Una mujer sensata y normal es capaz de reclamar el derecho a acabar con la vida del hijo que lleva dentro? No tiene sentido políticamente ni antropológicamente hacer del aborto una bandera de modernidad. Es un tema de reflexión más humanista que religiosa».
