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Las adicciones son una creciente y preocupante realidad

Santiago del Estero , 08 de Jul. 2011 ( AICA ): “La droga y el alcohol no son el problema principal en los jóvenes. El consumo de estas sustancias es una repuesta mentirosa y engañosa a la falta de sentido positivo de la vida. En el centro de esta problemática se encuentra el hombre, sujeto único e irrepetible, con su interioridad y específica personalidad”, expresó monseñor Francisco Polti, obispo de Santiago del Estero, en declaraciones al diario El Liberal. El prelado afirmó que el fenómeno de las adicciones “es una creciente y preocupante realidad” y exhortó a los padres a “guiar a sus hijos en la generosidad, la humildad, el perdón, la sobriedad y la autodisciplina”.

Las adicciones son una creciente y preocupante realidad

“La droga y el alcohol no son el problema principal en los jóvenes. El consumo de estas sustancias es una repuesta mentirosa y engañosa a la falta de sentido positivo de la vida. En el centro de esta problemática se encuentra el hombre, sujeto único e irrepetible, con su interioridad y específica personalidad”, expresó monseñor Francisco Polti, obispo de Santiago del Estero, en declaraciones al diario El Liberal.
El prelado consideró que “el fenómeno del consumo de alcohol y de droga entre los jóvenes, presente en nuestra sociedad, es una creciente y preocupante realidad”, y advirtió que quienes padecen adicciones, en la mayoría de los casos es por “la ausencia de una educación en las virtudes y una falta de armonía interior de la persona”.

“Se percibe un estado de ánimo ‘inmotivado’ e indiferente que desencadena en un desequilibrio interior moral y espiritual”, precisó.

El obispo sostuvo que “de hecho, la droga y el alcohol no entran a la vida de una persona como un rayo sino que, como la semilla, echa raíces en un terreno por largo tiempo preparado. El comportamiento de los jóvenes es, con frecuencia, revelador de un doloroso descontento debido a la falta de confianza, de expectativas frente a estructuras sociales en las cuales ya no se reconocen. Sienten temor del futuro o el rechazo de nuevas responsabilidades”.

“Hoy  -aseguró- se encuentran insertos en una sociedad ‘pasiva’ con un estilo de vida consumístico, permisivo y sin ideales. Es así que se vuelven fácilmente vulnerables”.

Y se preguntó: “¿A quién se le debería atribuir la responsabilidad si muchos jóvenes parecen no desear llegar a ser adultos y rehúsan crecer” ¿Se les ofrecieron motivos suficientes para esperar en el mañana, para invertir en el presente mirando al futuro, para mantenerse firmes sintiendo como propias las raíces del pasado?”

Monseñor Polti indicó que “detrás de comportamientos desconcertantes, frecuentemente aberrantes e inaceptables de nuestros queridos jóvenes, se puede percibir un rayo de ideales y de esperanza. Entre los factores personales y ambientales que favorecen de hecho el uso de la droga y el alcohol es, sin duda, el principal, la falta absoluta o relativa de la vida familiar, porque la familia es elemento clave en la formación del carácter de una persona y de sus actitudes hacia la sociedad”.

Asimismo, observó que en la actualidad hay un “preocupante aumento” de las salidas negativas ante las crisis matrimoniales y familiares, y que “existen carencias para ofrecer una educación integral para hacer frente a problemas comunes: falta de diálogo, falta de tiempo para compartir, el miedo a comunicar, el silencio, el consumismo, etc.”

“En una sociedad que busca la propia comodidad a toda costa, en la cual se está más interesado en tener que en ser, no sorprende la cultura de la muerte. Se ha perdido el sentido de la vida, y se vacía la persona de su dignidad, llevándola a la frustración y a la vía de la autodestrucción. En una sociedad así descripta, la droga y el consumo de alcohol son una fácil e inmediata, pero mentirosa, respuesta a la necesidad humana de satisfacción y de verdadero amor”, enfatizó.

Monseñor Polti insistió en señalar “con dolor” que “estos jóvenes son enfermos de amor, no saben amar y no saben amar de modo justo porque no han sido amados en modo justo”.

“Ciertamente que ser padre o madre es una de las actividades más complejas e importantes del género humano. Entre los padres conscientes crece la preocupación de que los jóvenes estén atrapados en un materialismo en detrimento del carácter. Muchos llevan una vida en la que el desarrollo de las virtudes y la fe escasean o faltan por completo”, ahondó.

Written by Rafael De la Piedra

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