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Las incoherencias de la Pontifícia Universidad Católica del Perú

Una entrevista al abogado del Arzobispado de Lima, el Doctor Natale Amprimo, en el Diario El Comercio. Da algunos datos muy claros acerca de este espinoso tema.  La Santa Sede ya se ha manifestado a favor de la posición mantenida por el  Arzobispado de Lima.

Por: Jaime Cordero
De: ElComercio.pe / Lima

¿El Arzobispado de Lima quiere tomar el control de la PUCP?
No. La universidad está administrada por sus autoridades, elegidas conforme corresponde. Pero al ser pontificia y católica, la Sagrada Congregación para la Educación Católica tiene participación y voz. Por eso la figura del gran canciller, que garantiza los valores católicos, que son los que la universidad busca promover y que motivaron su fundación. En modo alguno puede entenderse esto como interferencia al ejercicio de derecho de cátedra o al manejo de la universidad. Pero sí hay participación de la Iglesia en algunos actos imprescindibles para garantizar esa línea de desarrollo, que la Iglesia busca en una universidad que le pertenece.

¿Elegir al rector no es acaso asumir el control?
Hay que señalar que desde que la universidad se funda le corresponde al arzobispo de Lima ratificar a sus autoridades. Su carta orgánica –es decir, su partida de nacimiento– dice que ninguna designación será válida en tanto el arzobispo no la ratifique. Eso dicen todos los estatutos que fueron modificados en conformidad con la Santa Sede, y no es ajeno a lo que ocurre en otras universidades pontificias y católicas. Lo que se plantea es que la asamblea proponga una terna, que el gran canciller elija a una persona y esta sea sometida a Roma para que sea el Papa el que designe. No es el cardenal el que elige, es el Papa. Aquí lo que se está cuestionando es la autoridad del Sumo Pontífice, lo cual es muy grave, porque todos los católicos le debemos obediencia al Papa.

¿Y si ninguno de los candidatos es del agrado del gran canciller?
Lo que se propone es que hay que elegir entre los tres. ¿Y qué podría pasar si en Roma no lo aprueban al designado? El Papa no es una mesa de partes, emite opinión. Si es rechazado, evidentemente, habría que elegir a otro.

El rector entonces tiene que ser necesariamente católico…
El rector tiene que hacer una profesión de fe, como han venido haciendo todos, salvo los últimos dos, que no han sido ratificados.

¿Un divorciado podría ser rector de la PUCP?
En la medida en que sea católico, yo no veo impedimento. Pero quizá yo no soy la persona más adecuada para contestar la pregunta. Lo que se busca con esta forma de elección es que la persona que dirija la universidad guarde relación con la Iglesia.

¿La universidad ha perdido ese vínculo con la Iglesia?
No creo que se haya perdido del todo, pero si la universidad decide no hacerle caso al Papa, evidentemente se pone al margen de la Iglesia. Esperemos que no se llegue a ese nivel. Hemos demostrado que las observaciones de la Santa Sede no son novedad. Puedo mostrarle cartas del cardenal Vargas Alzamora en las que señala que se está cambiando el estatuto, se está diluyendo la relación con la Iglesia, y que eso no es conveniente. Se ha dicho que la reforma del estatuto contó con el beneplácito de Vargas Alzamora, y eso es falso.

¿En qué momento se empezó a perder el nexo con Roma?
Hay algunos momentos, como cuando el cardenal Landázuri renuncia a ser gran canciller debido a un tema vinculado con un profesor. En esa situación se van avanzando reformas estatutarias. Por ejemplo, la universidad estableció la formación de la asamblea y le dio una participación minoritaria a la Iglesia, que es la institución fundadora, cuando no se puede variar el estatuto sin la aprobación de Roma. De esa manera se fue diluyendo el vínculo, y la Iglesia, con toda paciencia, ha buscado corregir y regularizar. Ha habido autoridades, como el ex rector Guzmán Barrón, que han reconocido la situación irregular y han buscado solucionarla, pero con dilaciones que llevan a pensar que en el fondo no hay ánimo de hacerlo. La carta de Guzmán Barrón es de 1990, han pasado 21 años y la PUCP no se adecúa.

Alumnos y ex alumnos están inquietos con la idea de que si se modifica el estatuto la PUCP se va a convertir en un reducto del catolicismo conservador…
Eso es absolutamente falso. Lo que se quiere es crear fantasmas y miedos para ocultar lo evidente: que las autoridades de la universidad han actuado de forma incorrecta. ¿Se dice que se va a convertir en una universidad del Opus Dei? Pues pregunten si en las universidades manejadas por el Opus Dei hay pluralidad o no. Aquí no van a variar los currículos o los profesores, en absoluto. Más bien, lo que estamos viendo es una universidad que se dice plural y en los hechos no lo es. Convocan a un seminario para discutir el testamento de Riva Agüero e invitan solamente a los abogados que defienden su posición, no a la parte contraria. Pregunte usted si es posible hallar en la universidad la explicación desde el punto de vista eclesiástico del tema estatutario. Es imposible.

Digamos que se llega al extremo de que la asamblea decida renunciar a la condición de católica y pontificia. ¿Qué pasaría entonces?
Si la universidad no acata las decisiones del Sumo Pontífice, la Iglesia tomará acciones en defensa de sus derechos y de su patrimonio. Si la universidad deja de ser católica, bajo mi óptica incurre en causal de disolución. Lo que motivó la fundación de esa universidad es su catolicidad. ¿Podría la asamblea mañana declararse mormona, adventista, musulmana? Es absurdo, no solo desde el punto de vista jurídico, también lógico, elemental. ¿Qué formación jurídica se puede estar dando con ese tipo de declaraciones? Si tuviera un hijo estudiando Derecho en la PUCP, estaría muy preocupado.

¿Qué pasaría con el patrimonio de la universidad?
No se olvide que el Vaticano es un Estado independiente y podría recurrir a los tribunales nacionales o internacionales. Lo que no va a ocurrir es que un grupo de personas se burle del Santo Padre y de la Iglesia Católica.

¿Por qué justo ahora estalla este problema, si durante años se llevó con un perfil más bajo?
No es justo ahora. Han pasado 21 años. No se puede mecer tanto tiempo a la Santa Sede. Durante mucho tiempo han dicho que tienen voluntad de regularizar, han ido estirando el chicle, hasta que ya se rompió.

¿Ha tenido algo que ver el conflicto por el legado de Riva Agüero?
Nada que ver. Ese conflicto lo generó la universidad, por si acaso. Fueron las autoridades de la PUCP las que llevaron el tema al Poder Judicial.

¿Se está honrando el testamento de Riva Agüero?
No, en absoluto. Ni se quiere honrar. Cuando el señor rector le dice al cardenal que para dialogar primero este tiene que renunciar a la sentencia del Tribunal Constitucional, lo que está diciendo es: “No quiero cumplir el testamento de Riva Agüero”.

¿De qué tendrían que hablar el rector y Cipriani, si este problema supuestamente es con el Vaticano?
No se olvide que el representante del Papa en la universidad es el gran canciller.

¿Pero hay margen para negociar o se tiene que acatar nada más lo que dice el Vaticano?
Bueno, hay margen para conversar. Pero si se ponen condiciones absurdas, como la de renunciar a hacer cumplir la sentencia del TC, ¿de qué pluralidad estamos hablando? Hay gente que es plural de la boca para afuera nada más.

¿Tienen algo que temer los profesores, los alumnos?
En absoluto.

¿Nada va a cambiar en la PUCP si se modifica su estatuto?
Nada, nada. Por eso es extraña la reacción de las autoridades. Ahora, cada quien es dueño de sus temores y sus miedos. No sé qué miedos serán. Pero respecto al profesorado y al alumnado, yo más bien creo que las cosas mejorarían.

¿Cómo podrían mejorar?
Por ejemplo, la junta de administración del patrimonio de Riva Agüero podría determinar que lo que producen esos bienes sea utilizado para construir un lugar en el que vivan los alumnos de provincias. Podría establecer un programa de premios a los mejores profesores, para que sean los docentes elegidos por los alumnos los galardonados, y no los amigos de las autoridades. En fin, un sistema distinto.

¿Usted cree que el legado de Riva Agüero no se está usando para fines educativos?
No puedo afirmar eso. Sí le puedo decir que si la junta de administración de los bienes de Riva Agüero funcionara, la persona designada por el cardenal estaría orientada a generar apoyo a los alumnos más necesitados y pensiones más bajas para ese sector. Yo creo que el gran problema de las autoridades de la PUCP es que creen que su universidad es excelente porque no es mala. Y podría ser mejor, muchísimo mejor.

¿Habría sitio para una cátedra de teología de la liberación en la PUCP si cambia el estatuto?
Mire, esa es otra versión equivocada. Se dice que se implantará el oscurantismo, que las mujeres no podrán usar minifalda, que no se podrá mascar chicle. Esas son tonterías. La misma “Ex Corde Ecclesiae” [N. de R.: La constitución apostólica de Juan Pablo II sobre las universidades católicas] admite la posibilidad de discutir incluso ideas opuestas a la concepción católica, evidentemente con respeto.

¿Entonces, todo este conflicto ocurre porque Cipriani es el arzobispo?
No. Esto, ya lo he señalado, no arranca con Cipriani.

Pero los antecesores de Cipriani digamos que se hicieron de la vista gorda…
No. Yo creo que Roma estaba al tanto, pero creía que las demoras eran de buena fe, naturales. La realidad es que es evidente la voluntad de no cumplir. Ya se acabaron todos los cuentos. Ahora tienen que acatar.

¿Hay antecedentes de otras universidades a las que el Vaticano haya retirado la condición de católicas?
Sí, sí hay.

¿Y en esos casos la universidad se disuelve?
Depende de lo que decida la Iglesia. Y dependerá de si es una universidad ligada desde su fundación a la Iglesia, como es el caso de la PUCP. La PUCP no es pontificia y católica porque está inscrita así en Indecopi, como se ha dicho por ahí, con bastante orfandad jurídica. Lo es por su naturaleza. Esos no son títulos que uno puede cambiar como si fueran chapitas.

¿Entonces, podría suceder que el Vaticano disuelva la universidad, si la asamblea no acepta los cambios?
Bueno, podría… mire, no quiero cruzar el puente antes de tiempo. Lo que puedo decir es que, si la universidad no acata lo que dice Roma, tenga la plena seguridad de que la Iglesia hará valer sus decisiones. Tiene los caminos legales y sabe cómo actuar.

“RUBIO NO TIENE LAS COSAS CLARAS”

¿A qué se refiere cuando dice que el gran canciller debe “garantizar los valores católicos de la universidad”?
Al gran canciller le corresponden ciertas acciones. Por ejemplo, se debe coordinar con él la venta de bienes de la universidad. También la designación de los profesores de los cursos de teología, cosas así.

¿Qué tiene que ver una eventual venta de parte del patrimonio de la universidad con los valores católicos?
Justamente, como se trata de bienes eclesiásticos, la legislación canónica establece una protección, con la idea de no arriesgar el patrimonio. Pasa lo mismo con los bienes del Arzobispado de Lima. A partir de un determinado valor, el arzobispo no puede vender sin la aprobación de Roma.

El Vaticano no solo se pronuncia sobre la elección del rector. Entre los cambios que propone al estatuto de la PUCP se señala, en el artículo 99, que los profesores pueden ser removidos “en el caso de que llegaran a faltar a las cualidades intelectuales, pedagógicas y morales, exigidas al docente”…
Bueno, se trata de una universidad que tiene un sello de catolicidad que no se puede ocultar.

¿No se establece con esto un criterio demasiado abierto para purgar o vetar profesores?
No, para nada. Pero es cierto que si un profesor no respeta los valores católicos, estaría fuera de sitio. Debería enseñar en otro lado.

¿Un homosexual podría ser profesor de la PUCP con ese estatuto?
Yo no iría a ejemplos de esa clase. Más bien, podría ser el caso de un docente que reiterada y sostenidamente se expresa negativamente de la Iglesia Católica o del Papa. Si no respeta eso, evidentemente la universidad quedaría fuera de su ámbito. Pero creo que quien mejor debería contestar una pregunta así es un sacerdote, no yo.

Marcial Rubio, rector de la Católica, dice que está dispuesto a conversar, pero con el Vaticano o con el nuncio, no tanto con el cardenal Cipriani…
El doctor Rubio es contradictorio. Por un lado dice eso, por otro pone como condición que se renuncie a hacer cumplir el testamento de Riva Agüero y por otro asegura que acatará lo que diga el Papa. Yo le contestaría que una autoridad civil no elige con qué autoridad de la Iglesia va a hablar. El nuncio representa al Papa en ciertos temas, pero en estos el responsable es el gran canciller, quien por cierto ya ha demostrado su intención de dialogar.

¿Cuál es su percepción de la actitud de las autoridades de la PUCP en este conflicto?
Mi conclusión es que el doctor Rubio no tiene la cosas claras, ni siquiera los tiempos. Dice que el cardenal le ha dicho ladrón, lo que no es exacto. Y eso no tiene nada que ver con el hecho de que han pasado 21 años sin que la PUCP adapte su estatuto a lo que le pide Roma. No tienen argumentos. Solo le queda victimizarse y llamar la atención.

¿Cree que hay una lucha de egos que complica la solución?
Por el lado del cardenal no, y yo soy testigo de excepción de ello. Siempre ha tenido voluntad de conversar.

LOS BIENES DE LA PUCP SON DE LA IGLESIA

¿El Arzobispado de Lima es dueño de la PUCP?
Cuando se fundó, en 1917, estaba vigente en el Perú la Constitución de 1860, que establecía que la nación estaba entregada a la religión católica. La universidad se fundó con previa autorización de Roma, del episcopado peruano y del arzobispo de Lima, y de acuerdo con las normas canónicas de aquel momento, que establecían que cuando eso ocurría la institución se consideraba una persona jurídica de derecho público eclesiástico, cuyos bienes pertenecen a la Iglesia. Si la universidad desaparece, esos bienes quedan en la Iglesia. Yo he escuchado al rector decir que la universidad no es una persona jurídica de derecho público eclesiástico, porque el código canónico exige que se establezca expresamente esa condición. Eso rige a partir del código de 1983. La universidad no se fundó al amparo de ese código, sino de uno anterior.

¿La máxima norma que rige la PUCP es el código canónico?
La universidad se encuentra regida por las legislaciones peruanas y de la Santa Sede, que no son incompatibles. El Estado Peruano reconoce la autonomía de la Santa Sede para regular su educación.

El concordato no dice eso…
Las relaciones entre el Perú y el Vaticano no surgen a partir del concordato. Hay que ver qué decían las normas en 1917. No nos agarremos de una interpretación gramatical de lo que dice el concordato de 1980.

¿Entonces, la PUCP se rige hasta ahora por normas que tienen más de un siglo?
Eso es respecto a su naturaleza. El concordato reconoce la autonomía que tiene la Santa Sede para regular centros educativos a todo nivel, de acuerdo con la legislación nacional. Y la ley universitaria peruana establece que la universidad se organiza de acuerdo con sus reglas propias. Inclusive la ley de educación del general Velasco establecía que esa ley no se aplicaba para la elección del rector de la Universidad Católica. Es decir, hasta Velasco respetaba la autonomía de la Iglesia. Sin embargo, al amparo de esa norma la universidad cambió su estatuto y su reglamento interno, estableciendo unos mecanismos de elección distintos a los dispuestos por la Santa Sede.

¿Todos los cambios estatutarios de la PUCP, entonces, no son válidos?
Para el Vaticano no son válidos, por supuesto. Y la propia universidad ha admitido que está en situación irregular.

Written by Rafael De la Piedra