Paul Newman, una persona de un corazón generoso
El premio Oscar como mejor actor en el año 1986 por «El color del dinero», que estuvo junto a su esposa toda la vida hasta la muerte, interpretó papeles de todo tipo en el cine, del jugador al rebelde, el espía, el detective, el cowboy, el mafioso o el hombre de negocios. Era, según el diario vaticano, una persona con el «corazón generoso», un «padre que sufrió», y un actor cuya dignidad y estilo eran raros en el ambiente de Hollywood.
Paul Newman dedicó millones a la prevención de las drogodependencias, a la comida sana y a los niños con enfermedades terminales. Paul Newman no ocultó el paso de los años en un mundo del espectáculo en el que se hace de todo para no parecer viejo.