Sobre el dolor, la enfermedad y Dios
Les comparto un bello texto extraído del libro de Mons. Juan Esquerda Biffet: «La fuerza de la debilidad».
«Anualmente el último domingo de agosto, una multitud inmensa de familias con sus niños y enfermos se congrega en el santuario de Nuestra Señora de Lanka (Colombo, Sri Lanka). Es el día anual del enfermo. A veces pasan de doscientas mil personas. Cada una busca la ternura maternal de, manifestada a través de María y aplicada a la propia realidad . El año 1992, un joven enfermo de cáncer, humanamente incurable, al terminar la jornada dijo a su madre: «Mamá, ya estoy contento, porque sé que Dios me ama como soy».
La acción amorosa va más allá de la enfermedad y de la muerte. Cristo resucitó a lázaro, pero no resucitó a Juan Bautista. El martirio de Juan era más importante y necesario que la curación de un enfermo o la resurrección de un muerto, que después volvería a morir.
Parece que Dios calla y está ausente, pero cuando uno está abierto al amor le descubre siempre presente: «El Señor no está lejos…;ama y le descubrirás cercano, que habita en tí! (San Agustín, Sermón 21). «.
En Asia News pueden ver la noticia de la peregrinación:
http://www.asianews.it/index.php?art=7105&l=en