Un bello gesto profético del Papa Francisco
El Santo Padre iba de camino a visitar una parroquia cuando pidió a sus acompañantes desviar el trayecto para poder visitar un barrio de chabolas – asentamientos pobres – a las afueras de Roma.
El Papa Francisco volvió a mostrar su profundo cariño por las personas más desfavorecidas, al visitar por sorpresa el pasado domingo un poblado de chabolas a las afueras de Roma. La visita no estaba programa en la agenda del Pontífice, sino que fue una decisión tomada en el último momento por el Papa, cuando se dirigía a una parroquia en el barrio de Tiburtina. Durante el trayecto, pidió que el coche en el que viajaba se desviara para visitar un poblado de chabolas del que había oído hablar con anterioridad.
«Salió del vehículo y la gente se sorprendió cuando le vieron frente a sus viviendas», ha dicho el párroco Aristide Sana, que se trasladó a toda prisa al lugar cuando se enteró en el último minuto de la parada imprevista del Papa.
Las imágenes televisivas mostraron a Francisco rodeado de personas, en su mayoría de Perú y Ecuador, según ha agregado Sana. «¿Cuántos de ustedes aquí hablan español?», preguntó el Pontífice.
Sana, cuyos feligreses llevan comida y ropa al poblado, ha afirmado que en la comunidad, compuesta por unas 150 personas, también vive gente procedente de Rusia, Eritrea, Ucrania y Polonia. El Papa, que ha hecho de la preocupación por los pobres el pilar central de su papado, era conocido en Buenos Aires por sus frecuentes visitas a las «villas miseria» de la ciudad.
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