LOGO

¿Tiene sentido tener fe hoy en día?
¿Dónde encontrar las respuestas a nuestras inquietudes más profundas?
¿Cuáles son las razones para creer?

  • Home  /
  • testimonio   / Cristeros   /
  • Levantado el secreto de sumario del caso "Morín-Ginemedex": revelaciones

Levantado el secreto de sumario del caso "Morín-Ginemedex": revelaciones

Abortos de 33 semanas, francesas y holandesas en Barcelona, exámenes psiquiátricos falsos, trituradoras. Son más de mil páginas.

De: Forumlibertas.com

La policía llama a declarar a una chica que abortó en una clínica de Morín: – ¿Es esta su firma, en este examen psiquiátrico? – Sí, es mi firma, lo firmé, pero no me examinaron de nada ni me preguntaron nada. Me hicieron firmar y el resto lo rellenaron ellos -responde la declarante, protegida bajo un número.

Así eran los «consentimientos informados» y los «exámenes de salud psicológica» en las clínicas de Morín, según recogen varios casos del sumario judicial. Durante la investigación, la policía pinchó durante dos meses los teléfonos de las clínicas del doctor Morín. El sumario -una enorme recopilación de datos y testimonios, más de mil páginas- recoge la transcripción de varias conversaciones telefónicas.

Por ejemplo, personal de las clínica de Morín comentan en estas llamadas un caso que se ha dado en su clínica: una chica que sufría un problema de hematuria (implica una mala coagulación de la sangre) que le llevó a perder la matriz (y la posibilidad de tener más hijos) durante el aborto. Es un riesgo más frecuente en abortos provocados que en partos, ya que si el parto es natural el proceso corrige en parte este riesgo.

Otro caso es el de una adolescente de 15 años que durante el aborto sufre intensos dolores. Al ser alérgica al medicamento que se pone en estos casos, el nolotil, la enfermera llama por teléfono a los doctores, ya que ellos ni siquiera están en la clínica. Un doctor dice a la enfermera que ponga como alternativa otro cierto fármaco, pero la muchacha es también alérgica a éste. Da igual, el doctor ya no propone nada más y la chica sigue con sus dolores.

El sumario recoge también numerosas llamadas telefónicas entre Morín y los miembros de su equipo en que discuten por temas de dinero. Las clínicas de Morín cobraban 500 euros por los abortos más sencillos, y entre 2.500 y hasta 5.000 por los más complicados, de bebés ya muy crecidos. El negocio podría ingresar unos 36.000 euros mensuales en negro, de confirmarse los datos del sumario.

Apenas dos meses de pinchazo telefónico da para bastantes situaciones que podrían considerarse escabrosas. Teniendo en cuenta que que, según testigos y fuentes consultadas, Morín estuvo entre 15 y 18 años repitiendo impunemente esta serie de prácticas, cabe preguntarse cuántas historias acumulan las clínicas de Morín.

Morín contaba con una red de médicos y asistentes en distintos centros, clínicas y hospitales que le enviaban las chicas (por ejemplo, aparece una chica remitida de la prestigiosa clínica Teknon de Barcelona).

El proceso era sencillo: llamar, concertar cita, allí hacerse la ecografía y el historial médico, y luego el aborto. Las testigos interrogadas confirman, según el sumario, que ni se les informaba de los riesgos ni alternativas ni hacían en muchísimos casos los «tests psicológicos».

En las clínicas de Morín se hacían abortos de 6, 7 y 8 meses de gestación, edades en que los bebés sobreviven bien en la incubadora. Venían chicas de Francia, Holanda y Reino Unido a abortar, todos ellos países con aborto legalizado. Aparece en el sumario una chica de 17 años de Holanda, embarazada de 28 semanas. le acompaña su madre. El bebé y ella, por supuesto, están sanos. Quizá es el caso que investiga la justicia holandesa por homicidio.

El sumario recoge muchísimos casos de menores, la mayoría acompañadas de su madre o adultos.

La jueza pidió al Departamento de Salud de la Generalitat que le enviaran todos los informes disponibles sobre las clínicas de Morín. El primero que Sanidad remite es el que elaboró el 27 de noviembre de 2006 a partir de una inspección realizada el 31 de octubre de 2006. La inspección nació por el reportaje de cámara oculta de la Televisión Danesa. Fue el mismo Morín quien el 19 de septiembre llamaba a Sanidad para cubrirse las espaldas, decir que su psiquiatra analizó a la chica (la periodista de incógnito) y dictaminó que no corría riesgo psíquico… lo mismo que dice en el reportaje.

Pese a tener 40 días para prepararse, cuando la Generalitat envía a sus inspectores aún encuentran materia suficiente para multarle por:

1) tener abortos sin documentar
2) faltarle analíticias de datos médicos y medicación
3) hacer analíticas sin e
l correspondiente permiso
4) haber empezado a operar en la clínica MC-CMB sin autorización administrativa del Departamento de salud, ni licencia del ayuntamiento. Morín pide la licencia el 7 de noviembre, dos meses después del escándalo de la Televisión Danesa… y 2 años después del escándalo del Sunday Telegraph de 2004.

Asombra que una red tan extensa de colaboradores, con tantísimos casos remitidos, durante 15 años, no llamara la atención de la inspección hasta el escándalo del reportaje danés que se emitió en media Europa.

En el sumario se habla también de las ya famosas «trituradoras». Según un testigo protegido que trabajó con Morín durante 2 años, Morín ya utilizaba 2 trituradoras y «dos aspiradoras» hace ya 15 años para hacer desaparecer cuerpos.

Morín cobraba, según el sumario, la inmensa mayoría de sus abortos en metálico, sin recibo. El sumario explica que la policía encontró en las clínicas del doctor Morín mucho dinero en billetes, guardado en sobres. Muchos abortos no quedaban registrados. Había que eliminar restos (y cadáveres de bebés) para que no quedara rastro.

Por lo tanto, sólo con las clínicas de Morín, en España se deberían contabilizar muchos más abortos de los oficialmente registrados. ¿Habrá más casos similares de clínicas que hacen abortos que luego no declaran, por ejemplo, para cobrar en negro, o porque hubo complicaciones médicas? Es un tema a investigar.

Written by Rafael De la Piedra