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Ratzinger escribe a un matemático ateo: «Nunca oculté abusos contra menores»

La carta de Benedicto XVI a Odifreddi, publicada en el periódico “La Reppublica”: diálogo intenso y algún jalón de orejas.

Por: MARCO TOSATTI

ROMA
Después de la respuesta de Bergoglio a Eugenio Scalfari, ahora Benedicto XVI responde a la carta que le había enviado Piergiorgio Odifreddi, matemático y crítico de la religión, sobre todo católica, muy mediático. Odifreddi escribió un libro que se llama “Querido Papa, te escribo…”, como respuesta a la obra de Papa Ratzinger “Introducción al Cristianismo”.

Benedicto XVI le respondió con una carta que, debido a la extensión, no se puede publicar en un periódico, pero será publicada íntegramente en un nuevo libro de Odifreddi, que la editorial que lo publicará define como «único en la historia de la Iglesia: un diálogo entre un Papa teólogo y un matemático ateo».

«Nunca callar los males de la Iglesia. Pero la fe deja una estela luminosa». Esta frase podría resumir el pensamiento, denso y profundo, del Papa teólogo.

“Querido Papa, te escribo…” quería ser, según recuerda su autor, una «luciferina introducción al ateísmo»; y el protagonista de muchísimos “talk-shows” se dijo sorprendido por haber recibido una respuesta «con todo y agradecimientos por la lealtad en el trato; era el máximo de las expectativas posibles, en un mundo en el que normalmente solo se cumple lo mínimo».

Son once páginas densas las que escribió el Papa emérito como respuesta al libro. Ratzinger dice que leyó la obra de Odifreddi, «algunas partes con placer y provecho. En otras, en cambio, me maravillé ante una cierta agresividad y por la temeridad de la argumentación». En primer lugar responde a la acusación de Odifreddi de que la teología es una especie de ciencia ficción. «La ciencia ficción existe, por lo demás, en el ámbito de las ciencias», escribió Benedicto XVI, que incluyó algunos ejemplos: «El gran Jacques Monod escribió frases que él mismo había incluido en su obra seguramente solo como ciencia ficción. Cito: “La aparición de los Vertebrados tetrápodas… se originó debido a que un pez primitivo «eligió» caminar para explorar la tierra, aunque solo fuera capaz de desplazarse en ella con saltos torpes, por lo que creó de esta manera un cambio de comportamiento, la presión selectiva gracias a la que se habrían desarrollado las articulaciones robustas de los tetrápodas. Entre los descendientes de este audaz explorador, de este Magallanes de la evolución, algunos pueden correr a una velocidad superior a los 70 kilómetros por hora…”».

Sobre el tema de los abusos sexuales en la Iglesia, Benedicto XVI reaccionó netamente. «Nunca he tratado de ocultar estas cosas. Que el poder del mal penetre hasta tal punto en el mundo interior de la fe para nosotros es un sufrimiento que, por una parte, debemos soportar, mientras que, por otra, debemos hacer todo lo posible para que no se repitan casos de este tipo. Tampoco es motivo de consuelo saber que, según las investigaciones de los sociólogos, el porcentaje de los sacerdotes que han cometido estos crímenes no es mayor que el de otras categorías profesionales asimilables. De cualquier manera, no se debería ostentar esta desviación como si fuera una suciedad específica del catolicismo». Y, sobre todo, aunque sea justo exponer el mal en la Iglesia, «no se debe callar tampoco la gran estela luminosa de bondad y pureza que la fe cristiana ha dejado a lo largo de los siglos… Es cierto que también hoy la fe impulsa a muchas personas al amor desinteresado, al servicio por los demás, a la sinceridad y a la justicia».

El jalón de orejas más severo de Razinger surgió en el terreno de la historia. «Lo que usted dice sobre la figura de Jesús no es digno de su rango científico. Si usted plantea la cuestión como si, en el fondo, no se supiera nada sobre Jesús, como figura histórica, nada sería aceptable; entonces puedo solamente invitarle a que, con mayor decisión, se vuelva más competente desde el punto de vista histórico. Le recomiendo para ello sobre todo los cuatro volúmenes que Martin Hengel (exégeta de la Facultad teológica protestante de Tübingen) publicó con María Schwemer: es un excelente ejemplo de precisión histórica y de amplísima información histórica. Ante esto, lo que usted dice sobre Jesús es un poco temerario y que no debería repetir». Y Ratzinger no niega que en la exégesis haya también cosas poco serias. Pero rechaza la acusación de Odifreddi, según quien «presentaría la exégesis histórico-crítica como un instrumento del anti-cristo. Al ocuparme de la narración sobre las tentaciones de Jesús, solamente retomé la tesis de Soloviev, que afirma que la exégesis histórico-crítica puede ser usada también por el anticristo –hecho que es inconfutable».

Para concluir, Benedicto XVI plantea algunas cuestiones, más que responder. «Si usted pretende sustituir a Dios con “La Naturaleza”, sigue en pie la pregunta sobre qué o quien es esta naturaleza. Usted no la define en ningún lugar y parece, por ende, una especie de divinidad irracional que no explica nada». Y continúa: «Pero querría hacer notar sobre todo que en su religión de la matemática no considera tres fenómenos fudnamentales de la existencia humana: la libertad, el amor y el mal. Me maravilla que usted liquide con un gesto la libertad, aunque haya sido y sea el valor más importante de la época moderna». El amor no aparece en el libro de Odifreddi, así como tampoco el mal. «Diga lo que diga la neurobiología sobre la libertad, en el drama real de nuestra historia ella está presente como realidad determinante y debe ser tomada en consideración. Pero su religión matemática no conoce ninguna información sobre el mal. Una religión que no se ocupa de estas cuestiones fundamentales permanece vacía».

Desde que Benedicto XVI dejó el Pontificado y se retiró a su ermita vaticana, esta es la segunda «salida» pública del Papa teólogo que mantiene con rigor su promesa de vivir oculto al mundo.

Written by Rafael De la Piedra