LOGO

¿Tiene sentido tener fe hoy en día?
¿Dónde encontrar las respuestas a nuestras inquietudes más profundas?
¿Cuáles son las razones para creer?

  • Home  /
  • Noticias Destacadas   /
  • La Sábana Santa: el cuerpo desapareció tras un proceso de aniquilación de materia-antimateria
La Sábana Santa: el cuerpo desapareció tras un proceso de aniquilación de materia-antimateria DSCN1688 Full view

La Sábana Santa: el cuerpo desapareció tras un proceso de aniquilación de materia-antimateria

El reciente estudio del científico italiano Giuseppe Baldacchini verificaría la autenticidad de la Sindone (nombre de la Sábana Santa) según las leyes de la física conocidas hoy en día. Giuseppe Baldacchini es un físico que durante muchos años ha tenido responsabilidades en el ENEA de Frascati (Italia). Sin embargo, también es un estudioso apasionado de ese objeto misterioso que es la Sábana Santa de Turín, y justamente en estos días ha reunido sus reflexiones en un trabajo que se puede consultar íntegro en la siguiente dirección.

MARCO TOSATTI. ROMA

vaticaninsider.lastampa.it

En particular, expone una hipótesis fascinante para responder a una serie de dudas sobre la formación de la imagen y sobre cómo habría sido posible que el cuerpo envuelto en la sábana fúnebre haya desaparecido. Baldacchini plantea dos hipótesis de trabajo: que el Sudario sea una falsificación medieval útil para la Iglesia católica (para fomentar prácticas de devoción o propaganda religiosa como tantas otras reliquias), o que se trate de un objeto auténtico con el que fue envuelto verdaderamente el cuerpo de Jesús y que, como tal, haya sido el único testigo de su Resurrección.

“El Sudario es una sábana de lino antiguo, de alrededor de 4,40 por 10 metros, en la que se encuentran signos como los de una débil imagen corpórea (IC) frontal y dorsal, además de algunas manchas de líquidos orgánicos e inorgánicos. En las últimas décadas se descubrió que la IC no es un dibujo o una pintura llevada a cabo con técnicas conocidas, y que algunas manchas rosadas pertenecen a sangre humana (Antonacci, 2000; Wilson, 2010). Naturalmente no podemos todavía excluir que se trate de una falsificación, y entonces deberíamos suponer que el Sudario es una falsificación medieval llevada a cabo por el falsificador más genial de la Tierra y que sigue siendo desconocido (Baldacchini, 2011). Como consecuencia, el hipotético autor, o autores, conocían algunas tecnologías o poesían información sobre ellas antes de su invención y divulgación”. Baldacchini enlista once elementos científicos determinantes para concluir que el Sudario no es una falsificación. Por razones de espacio, no podemos enumerarlas todas aquí (se puede consultar, para aclarar más dudas, el trabajo íntegro antes indicado).

 

El estudioso recuerda que “El Sudario no contiene huellas de líquidos o gases putrefactos (estos signos se producen después de que hayan pasado 40 horas de la muerte, por lo que el cuerpo ya no se encontraba antes de entonces, pero no demasiado, porque hay algunas manchas de sangre que, para formarse, necesitaron de un poco de tiempo debido al proceso de hemólisis)”; además indica que “el cuerpo no fue removido manualmente (no hay indicios de que haya sido arrastrado con respecto a las manchas de sangre)”.

Entonces, ¿cómo desapareció el cuerpo? Responde Baldacchini: “El único fenómeno conocido por la física que conduce a la completa desaparición de la masa con una producción de energía equivalente es el proceso de aniquilación de materia-antimateria (AMA), que hoy podemos reproducir tan solo a nivel subatómico en los laboratorios e partículas elementales, pero que fue una constante inmediatamente después del Big Bang, es decir en los instantes iniciales de existencia de nuestro universo”. La “teoría de la aniquilación” satisface las características exigidas por hipótesis anteriores: “De hecho, solamente se libera una pequeña parte de la energía de la masa en reposo, mientras el cuerpo se aniquila completamente y vuelve a aparecer prácticamente como era fuera del Sudario”. Las hipótesis anteriores se referían a la energía de radiación (MEB) y al “cuerpo mecánicamente transparente (REB), que se completaban con la hipótesis del “Método histórico consistente” (chm). Todas estas teorías fueron elaboradas con el pasar del tiempo para tratar de dar una explicación a la desaparición del cuerpo, que no fue removido mecánicamente de la sábana fúnebre.

El único fenómeno conocido por la física que conduce a la completa desaparición de la masa con una producción de energía equivalente es el proceso de aniquilación materia-antimateria (AMA), que hoy podemos reproducir tan solo a nivel subatómico en los laboratorios e partículas elementales, pero que fue una constante inmediatamente después del Big Bang, es decir en los instantes iniciales de existencia de nuestro universo”

 

En la argumentación que completa el estudio, el físico italiano afirma que “La hipótesis AMA no nos dice nada, excepto que el cuerpo se desmaterializó dentro del Sudario e, instantáneamente, se materializó de nuevo en otro sitio, muerto o vivo, indiferente para las leyes de la física, mismas que no contradicen las narraciones evangélicas que le describen resucitado, es decir vivo”. Y coinciden con las características químicas y físicas del Sudario de Turín. “Me empujé casi hasta los límites de los conocimientos científicos actuales, pero traté de permanecer dentro de las leyes de la física conocidas hasta la fecha, sobre todo la conservación de la energía y la no conservación de algunos parámetros fundamentales en los procesos elementales que son la base de la existencia de nuestro universo”, concluye el estudioso.

 

Written by Rafael De la Piedra