Luis de Moya, sacerdote, despertó hace algo más de quince años en la habitación de un hospital. Durante el viaje de regreso a Pamplona, tras visitar a sus padres en Ciudad Real, se quedó dormido al volante de su automóvil, que acabó por atravesar la valla de la autopista y arrollar tres pequeños árboles. Según se enteró después, el golpe le había producido una interrupción medular completa a partir de la C-4. Se había quedado tetrapléjico.

Sin embargo, a pesar de su nueva situación, no sucumbió a la cultura de la muerte, estilo Bardem en Mar adentro. No se dejó arrastrar por la desesperación ni la vacuidad… ni ha pedido perdón por estar en silla de ruedas. Sino que comprendió que, con la ayuda de Dios, ésta se convertiría en su arma más fundamental para hacer el bien. Desde ella, ha aportado un testimonio de fuerza, de valentía, de aceptación, con una naturalidad tal que resulta insultante si se compara con el hombre medio de hoy. Pero, ¿cómo se siente una persona así?

“Normal. Me siento normal. Con todos los condicionamientos, pero al mismo tiempo sólo los imprescindibles: ni uno más de los que yo me quiera permitir.

”Ante todo, desde luego, me ilusiona tratar mejor a Dios. Debo amarle más filialmente cada jornada con ocasión de los detalles continuos que la componen. En cada circunstancia me espera, pues son todas una oportunidad de amarle, y a la vez y por eso de ser feliz. A veces cuesta hacerlo bien. Incluso lo que no es difícil, tantas veces no apetece. Con frecuencia, de hecho, digo que no. El problema es que no quiera: el orgullo. Pero, si soy sarmiento unido a la vid, con la vida que recibo de Quien me ha pensado, me ha querido y me ha hecho nacer, todo va bien aunque haya sido podado”.

Sobre el autor: P. Luis de Moya

Luis de Moya nació en Ciudad Real el verano de 1953, siendo el mayor de ocho hermanos. En 1971 comenzó los estudios de Medicina en Madrid. A finales de 1978 marchó a Roma para estudiar Teología. En agosto del 81, vuelto a España, recibió la ordenación sacerdotal.

En abril de 1991 sufrió un accidente de tráfico, a consecuencia del cual quedó tetrapléjico. Al poco tiempo de salir de la clínica volvió a ser nombrado capellán. En diciembre de 1996 salió a la calle Sobre la marcha, del que se han publicado cinco ediciones en castellano y una en francés, portugués e italiano.

El Padre Luis de Moya fue a visitar a Ramón Sampedro, año y medio antes de que éste -también tetrapléjico por un accidente- se quitara la vida en 1998, una decisión que ha inspirado la película que pretende reavivar el debate sobre la eutanasia, Mar adentro.

Presentación del canal del Padre Luis de Moya en YOU TUBE

Que «la vida nos lleva…» no es una sorpresa para nadie. Aquí nos encontramos, sin saber a cuento de qué o, al menos, sin que hayamos tenido nada que ver en nuestra presencia mundial. No nos pidieron permiso –no había a quién–, y aquí estamos. Me gusta pensar así las cosas, ahora que para algunos es decisiva la decisión personal para que algo que nos afecta sea tolerable. Libertad toda o, mejor, cuanto más mejor, dentro del razonable. Pero, por favor, no perdamos el sentido común.

A lo que iba: que hace pocas semanas se me puso en bandeja, sin haber pensado en ello previamente, la posibilidad de tener un canal en YouTube. No es nada del otro mundo, habiendo miles de ellos en el nuestro, pero para alguien muy de provincias, un horizonte demasiado atractivo y excesivamente complejo.

Luego, como se ha visto, la cosa no es para tanto. Sobre todo si, una vez comprendido su interés, se trataba de comenzar «de cualquier modo» y, por consiguiente, sin pretender hacerlo perfecto el primer día. Patentes quedan las deficiencias y no escasas. El tiempo y la paciencia, una vez más, juegan a mi favor, lo cual me anima. Y, por el momento, ahí «estamos», sin trampa ni cartón.

A fecha de hoy, 8 agosto de 2009, he habilitado dos secciones: presentación y meditaciones, para que sea todo personal. Con la primera pretendo poner al visitante en antecedentes de esta sorpresiva –¡cómo no!– aventura sobre ruedas (18 años largos ya, quién lo diría); en la segunda medito brevemente, como lo vengo haciendo por escrito, acerca del evangelio de la Misa de los domingo y algunos otros días.

Pueden acceder a: http://www.youtube.com/user/fluviumorg

La Page del Padre Moya es: http://www.fluvium.org/index.html