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CARTA DE UN NIÑO POR NACER AL PRESIDENTE ELECTO DEL PERÚ

Mons. José Antonio Eguren Anselmi, S.C.V.
Arzobispo de Piura.

No seré yo quien hoy escriba. Es la carta de un niño peruano por nacer. La hago mía confiando que el Presidente Electo del Perú y todos nosotros la leeremos con seriedad y la acogeremos para bien de nuestra Patria.

Querido Ollanta:
Soy un Niño por Nacer, es decir el más pequeño y frágil integrante de la familia peruana. Yo todavía no voto, pero desde el instante en que fui concebido en el seno de mi madre, soy tan peruano como aquel compatriota que sí lo ha hecho. Por ello quiero felicitarte por tu elección como nuevo Presidente de nuestro país. Me ha alegrado mucho saber que junto con tu esposa Nadine has formado una bella familia con tres hijos con nombres quechuas y aymara: Illary (amanecer), Nayra (luz en tus ojos) y Samín (el que trae paz). Yo también espero con ilusión el día de mi nacimiento para como ellos ver el amanecer y la luz de cada día y traer paz y felicidad a mi hogar y a los demás.
Sé que tienes una gran sensibilidad social y un gran amor por lo pobres. Que quieres trabajar por la justicia, los derechos humanos y la inclusión social. Te pido en mi nombre y en el de todos los niños por nacer del Perú que no nos olvides. De entre todos los pobres nosotros somos los más pobres, porque ni siquiera voz tenemos para defendernos. Tú como Presidente del Perú sé nuestra voz y defensa. Bien sabes que el derecho a la vida es el derecho humano fundamental sin el cual los demás no existirían. Algunos con el deseo de convencerte para que el crimen del aborto se apruebe en el Perú te van a decir que sólo soy una parte del cuerpo de mi mamá y que no soy independiente; otros que mi crecimiento no es ordenado y que soy tan sólo un cúmulo amorfo de células que se pueden eliminar; otros te dirán que recién comienzo a existir cuando llego al útero de mi madre o cuando comienza a aparecer mi sistema nervioso. No sé si por ignorancia o con mala intención se olvidan de lo que hoy afirma unánimemente la ciencia: que desde que fui concebido, es decir desde que fui una célula, ya era un ser humano, tenía una relación con el organismo de mi mamá y por tanto el derecho inviolable a vivir.

Otros te van a decir que no debo nacer porque vengo con malformaciones (¿sólo los lindos y sanos tienen el derecho a nacer y a vivir?); o porque soy producto de una violación (y yo, ¿qué culpa tengo?); o porque pongo en riesgo la vida de mi mamá, cuando ya no hay circunstancias en la cual se deba optar entre la vida de la madre o la del hijo. Por favor no les creas. Toda vida humana en cualquier fase o condición es digna de ser amada en sí misma, es siempre un bien. El aborto es la más grande de todas las injusticias y el mayor destructor de la paz.

Me ha dado mucha esperanza saber que durante tu campaña salías frecuentemente en la propaganda electoral con tu esposa, tus hijas e hijo. Hubo incluso un spot que me hizo saltar tanto de alegría que le di una patadita fuerte a mi mamá. Sí, era ese de la mujer embarazada que terminaba diciendo: “yo soy Ángela y marco la “O”. Viva el Perú, viva mi hijo y vivan todos los hijos que van a nacer”. Cuando este 28 de julio jures como Presidente de todos los peruanos jura también por nosotros los Niños por Nacer. El capital más importante de una Nación es su gente. Así verdaderamente se hará realidad tú hermoso lema: “GANA PERÚ”. Con cariño, un Niño Peruano por Nacer.

Artículo publicado en el Diario El Comercio, edición del día sábado 02 de julio de 2011.

Written by Rafael De la Piedra