¿Por qué hay desnudos en el arte sacro?
Hay cuatro tipos de simbolismo en el arte cristiano. También el gran San Juan Pablo II desarrolló la Teología del Cuerpo.
Por: Philip Kosloski
de: https://es.aleteia.org/2017/07/21/por-que-hay-desnudos-en-el-arte-sacro/
La Capilla Sixtina fascina a miles de turistas cada año con su increíble belleza. Aunque hay muchos que se sorprenden también por la cantidad de cuerpos desnudos en sus paredes.
De hecho, un gran número de las personas representadas en la Capilla Sixtina fueron pintadas tal cual vinieron al mundo, sin siquiera una hojita que cubriera sus partes íntimas.
La Capilla Sixtina, por supuesto, no es la única en esta presentación de la desnudez. Innumerables artistas a lo largo de los siglos han usado hombres y mujeres desnudos para poblar sus obras de arte, unas obras que se incluyen en iglesias católicas de todo el mundo.
¿Por qué hubo tantos artistas que usaron desnudos en el arte cristiano?
Los cuerpos desnudos tienen una larga historia en el arte sacro. Los artistas del Renacimiento usaron cuatro tipos diferentes de desnudez para simbolizar cuatro estados de la humanidad.
Primero está la nuditas naturalis, que representa el estado natural de la humanidad antes de la Caída, a menudo representada en escenas vinculadas con el Edén o el Paraíso.
Luego está la nuditas temporalis, que representa la pobreza, a veces de naturaleza voluntaria, y la dependencia de la humanidad de Dios por todo lo que recibimos.
En tercer lugar está la nuditas virtualis, que simboliza la pureza y la inocencia. Representaciones de la “Magdalena penitente”, por ejemplo, a menudo la presentan desnuda, vestida únicamente con su propio pelo, como símbolo del regreso del alma a la inocencia después del arrepentimiento.
Por último, está la nuditas criminalis, que representa el horror de las pasiones lujuriosas y la vanidad.
San Juan Pablo II explicó en su Teología del Cuerpo cómo “en el gran período del arte griego clásico, hay obras de arte cuyo tema es el cuerpo humano en su desnudez, y cuya contemplación (…) conduce al espectador, a través del cuerpo, al entero misterio personal del hombre. En contacto con esas obras (…) no nos sentimos determinados [de forma natural] por su contenido de ‘mirar para desear’”.
La representación de la desnudez de esta manera es claramente diferente del uso de la desnudez en la pornografía.
Juan Pablo II señala cómo las producciones pornográficas tienen la intención explícita de excitar el deseo lujurioso; presentan el cuerpo humano como un objeto que utilizar. El porno no respeta la dignidad del ser humano y el acto sexual es explotado para satisfacción personal a expensas del otro.
En contraste, la desnudez en el arte cristiano está destinada a revelar la belleza de la humanidad y de la maravillosa obra del Creador. Tiene un simbolismo profundo y no tiene que ser un escollo, sino un portal hacia una mayor apreciación del “misterio personal” de la humanidad.