Tuve hambre y me distéis de comer
El Reino de Dios “no es de este mundo, pero lleva a cumplimiento todo el bien que, gracias a Dios, existe en el hombre y en la historia”. El reino de Dios, concluyó el Papa, no es cuestión de honores y apariencia, porque Dios acoge a los que se esfuerzan día a día para meter en práctica su palabra.
Al saludar a los peregrinos ucranianos, el Papa recordó el 75 aniversario de la gran hambruna que en los años 1932 y 1933 causó millones de muertos en Ucrania y en la Unión Soviética durante el regimen comunista y dijo que espera que ningún otro ordenamiento político pueda, en nombre de una ideología, negar los derechos de la persona humana y su libertad y dignidad.
Benedicto XVI: “Si ponemos en práctica el amor nuestro prójimo, según el mensaje evangélico, entonces hacemos espacio al señorío de Dios, y su reino se realiza en medio de nosotros. Si en cambio cada uno piensa solo en sus propios intereses, el mundo no puede no ir a la ruina”.