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Una reflexión sobre las Moradas de Santa Teresa

Las Moradas de Santa Teresa de Jesús están consideradas como una de la obras más importantes de la mística.  Después de cinco siglos de su realización, no sólo el lenguaje, sino la mentalidad con que fue escrito —según la cultura le la época— resultan obstáculos difíciles de superar pare el lector de hoy en día. Todo ello no impide que la obra pierda actualidad en lo que tiene de esencial. Carlos Dorvier, en el presente libro, intenta analizar y exponer esos valores permanentes en relación con la cultura de nuestro momento.

En este enlace está toda la información:
http://www.cuadernosdelaberinto.com/Pensamiento/alma_en_movimiento.html

Aquí la entrevista en exclusiva que hicimos al autor de este libro. 

¿Cuál es la importancia del pensamiento de Santa Teresa?

– Sta. Teresa está considerada una de las más grandes místicas no sólo del cristianismo, sino de la espiritualidad universal. Sus escritos han interesado siempre. Y aquí surge el problema: su lenguaje y mentalidad se han convertido, precisamente hoy en día, en una barrera difícil de superar. Esto es una muestra de la ruptura cultural que estamos viviendo: poca capacidad y tiempo para la lectura reposada; falta de concentración, de análisis y de introspección; y, concretamente con el castellano, un enorme cambio en el lenguaje actual.

El propósito del libro Alma en movimiento es acercar al lector a los contenidos del pensamiento de Teresa. De esta manera, se tendrá una visión que, a pesar de ser tan resumida, habrá superado el primer obstáculo, por actual y fácil de leer. A partir de ahí, quizá el lector se atreva a sumergirse en la lectura de los textos de Sta. Teresa, que, hasta ahora, han apasionado a tantas generaciones.

¿Tiene vigencia el pensamiento de Santa Teresa en el mundo de hoy?

– El pensamiento de Sta. Teresa tiene hoy tanta vigencia como lo pueda tener la salud frente a la enfermedad. Nuestra sociedad occidental está mentalmente enferma. Las estadísticas y los pronósticos sobre este problema son alarmantes. Según eso, la depresión será una de las enfermedades más comunes, y los suicidios irán en aumento. La temática de Sta. Teresa, lejos de eludir los grandes problemas humanos, va de lleno a resolverlos: “de dónde venimos, quiénes somos y a dónde vamos”, a lo que aporta, con un optimismo pleno y esperanzado, la manera de realizarnos, de llegar a la plenitud.

El hombre de hoy, que ha perdido el sentido de la existencia, se mantiene, a duras penas, apuntalado por elementos muy frágiles, como el consumo. A eso hay que añadir una filosofía, sobre la naturaleza humana, que pretende convencerle de que sólo es un animal o una máquina biológica. Frente a tanta debilidad y peligro, Sta. Teresa nos da una visión maravillosa de la naturaleza humana y de todo individuo humano, por degradado que esté.

¿Qué nos puede enseñar Santa Teresa en el mundo postmoderno?

– Sta. Teresa, por su fuerte y original personalidad, y en lo que tiene de contraste con el mundo moderno, podría ser un icono postmoderno. De hecho, en su Quinto Centenario, ha llamado la atención de algunos pensadores que se encuentran dentro de esa corriente. Pero, claro está, eso es algo más bien referido a una estética superficial, por lo que Teresa pueda suponer para una cultura cansada y ácrata, que vuelve a interesarse en lo que parecía pasado de moda. En esto, el postmodernismo se parece al romanticismo.

Si antes me preguntaba por Sta. Teresa en el mundo de hoy, habrá que considerar el postmodernismo como una referencia al mundo del mañana. En ese caso, su doctrina es muy esperanzadora ante un mundo que no sabe a dónde va, y que tiene puesta su meta en el transhumanismo, una corriente de pensamiento que pone todo su afán en el progreso científico y técnico. Ante ese proyecto materialismo, un tanto capitalista, Sta. Teresa nos ofrece posibilidades de plenitud y felicidad, que están al alcance de cualquier ser humano, independientemente de su poder adquisitivo.

A pesar de todo, el hombre sigue buscando a Dios

Según su punto de vista ¿el hombre continúa buscando a Dios? ¿Cómo lo hace?

– La pregunta es muy oportuna, dado que el pensamiento de Sta. Teresa es teocéntrico dentro de un humanismo conmovedor. Una de las características más sorprendentes de la cultura occidental actual es la pérdida de la idea de Dios. No recuerdo que antes hubiera ocurrido esto en ninguna cultura. En tiempos de la Ilustración, hubo un importante movimiento ateo entre los intelectuales, pero no en todos. Fue algo que no llegó a imponerse. Actualmente, en Occidente, laicismo es igual que ateísmo y, como bien sabemos, el laicismo es el medio social más adecuado para la convivencia política y ciudadana. No ser ateo ha llegado a resultar algo así como el pertenecer a alguna secta políticamente incorrecta. Esto viene avalado por el terrorismo de origen religioso. Por consiguiente, un hombre y una cultura sin Dios es uno de los fenómenos más interesantes de la historia humana.

Tal fenómeno deriva en dos interrogantes: qué consecuencias tiene la pérdida de la idea de Dios, y cómo se la sustituye. Si partimos del hecho incuestionable para el creyente, de que el ser humano se caracteriza por su capacidad y necesidad de Dios, al renunciar a esa capacidad pierde el sentido de todo, porque Dios es la razón o explicación última de todas las cosas. Esto llevó a Camus a la práctica consciente de la filosofía del absurdo. Por otro lado, si no se reconoce la necesidad de Dios, el deseo, como base de la dinámica psíquica, carecerá de término, y su satisfacción se convertirá en una práctica aberrante que podrá llevar a la locura. Esto lo observamos en la proliferación de las dependencias.

A pesar de todo, el hombre sigue buscando a Dios. El individuo humano, de espaldas a la religión, vuelve, como el hombre primitivo, a buscar a Dios en el firmamento, a pesar de que la astronomía nos haya enseñado que los cuerpos celestes no son dioses. Sin embargo, la misma astronomía nos ha descubierto la inmensidad de ese universo, y el hombre actual, fascinado por ese tamaño inconmensurable, encuentra en él un sustituto de la idea de Dios. Lo mismo ocurre con lo opuesto, la física subatómica, que da un carácter divino a las partículas más elementales. Pero no todos los que aparentan ateísmo lo son. Teniendo en cuenta que a Dios nadie le ha visto, porque –como dice Sta. Teresa– está muy dentro de nosotros, muchos de los comportamientos humanos son la manifestación de esa presencia dentro de nosotros: fe en el ser humano –a pesar de los horrores que comete, por eso es fe–; esperanza en su mejoramiento; y el amor entregado a su realización.

Carlos Dorvier: Licenciado en Filosofía. Ha impartido cursos sobre el «Origen del pensamiento filosófico en relación al cristianismo». Ha dado conferencias sobre la noche del alma; la felicidad en el pensamiento clásico; el amor. Especialista en San Juan de la Cruz. Está interesado en la visión cristiana del psicoanálisis, así como en las inquietudes de los pensadores contemporáneos que han conmocionado Occidente.

Written by Rafael de la Piedra