La Pasión de Oberammergau
En el siglo XXI se sigue conmemorando este evento en el que participa buena parte de la población. Ni más ni menos que 2472 paisanos colaboran en la puesta en escena y 638 de ellos son niños. Todos los que participan son, o bien de Oberammergau de nacimiento, o llevan viviendo más de 20 años en el pueblo. Todos, Jesús, Judas o María, los cantantes del coro, los miembros de la orquesta, los eros y los taquilleros son del pueblo.
Ya son 41 las veces que será repetido. Esto atrae a unos 500.000 espectadores de todo el mundo y por eso se ha convertido en uno de los eventos religiosos y urales más importantes de toda Alemania.
El desafío principal consiste en pasar el testigo a las generaciones más jóvenes logrando que así se involucren en este evento. Aunque se ha tendido a elegir a personas mayores para personajes como Pedro, es más coherente con la realidad histórica escoger un actor joven. Un elemento estilístico son los llamados «tableaux vivants», las imágenes vivas. Se trata de escenas acompañadas (como en la ópera) por la orquesta, el coro y solistas que facilitan la asimilación espiritual y emocional de la escena.
El director de la Pasión de Oberammergau 2010, Christian Stückl comenta que «lo más apasionante de esta tarea consiste en cómo tratar a la figura de Jesús de Nazaret. La estoy buscando desde mi juventud. He leído muchos libros. He visto muchas películas – Pier Paolo Pasolini, Scorsese, Mel Gibson, etc –. He tenido muchas conversaciones y de todos modos no consigo descubrirla. Siempre vuelve la pregunta: ¿Cómo conseguir que sea Él? Una representación de la Pasión no sólo puede ser una representación histórica, pero ¿cómo conseguir poner la fe en escena?, ¿cómo mostrar la Ultima Cena o la Resurección?. Jesús: totalmente hombre y totalmente Dios. De hecho una tarea imposible».
Las escenas en masas son las favoritas del pueblo. El estrado gigante lo pide. Una de las escenas más vivas es la entrada de Jesús en el mercado del Templo, lleno de comerciantes. Jesús lo pone patas arriba: actividad febril mercantil, niños alegres que corretean por todas partes, ovejas y cabras en movimiento sobre el escenario y el gesto más simbólico al final: Jesús libera a las palomas que vuelan hacia el cielo azul de Oberammergau.