LOGO

¿Tiene sentido tener fe hoy en día?
¿Dónde encontrar las respuestas a nuestras inquietudes más profundas?
¿Cuáles son las razones para creer?

  • Home  /
  • Brasil   /
  • Una muerte que nos debe hacer pensar: muere el Dr. Sócrates
Una muerte que nos debe hacer pensar: muere el Dr. Sócrates 894751_700b Full view

Una muerte que nos debe hacer pensar: muere el Dr. Sócrates

El doctor Sócrates, capitán del gran Brasil en el Mundial 82, muere a los 57 años consumido por el alcohol
De: http://www.abc.es

Aquel 5 julio de 1982 algo se resquebrajó en el alma del fútbol. De alguna forma se partió el hilo invisible que une a sus seguidores con la esencia del juego. La tragedia de Sarriá invocó a todos los fantasmas. La tétrica Italia de Gentile, campeona al fin, destruyó a uno de los mejores equipos que recuerda la memoria colectiva: Brasil en el Mundial de España. Un grupo de artistas que establecían conexión directa con la fantasía del aficionado, eliminados del Mundial que debían ganar. Fue aquel día cuando, acompañado por sus inseparables Zico, Toninho Cerezo, Falcao, Serginho y Eder, el doctor Sócrates sopesó la frase que luego emitió en su legado: «No hay que jugar para ganar, sino para que no te olviden».

Ayer, en el hospital israelí Albert Einstein de Sao Paulo, falleció Sócrates Brasileiro Sampaio de Sousa Vieira de Oliveira a los 57 años. En los últimos tiempos se le había diagnosticado una cirrosis hepática causada por el alcohol. El pasado verano fue internado dos veces con una hemorragia digestiva. El alcohol impidió que pudiera inscribirse como donante de un trasplante de hígado: debía cumplir al menos seis meses de abstinencia.

«Los futbolistas somos artistas. No hay que jugar para ganar, sino para que no te olviden»

Fue la cruz de su vida. Y nunca lo negó. En una reciente entrevista en el canal SporTV de Sao Paulo, Sócrates admitió que el alcohol era «un amigo» para él, pero nunca había afectado a su rendimiento en el campo.

El talento del brasileño partió de unas condiciones singulares en su educación y en su físico. Su padre admiraba a los filósofos de la Grecia clásica y le animó a la lectura. Sócrates estudió la carrera de medicina antes de involucrarse en el enrevesado mundo del fútbol profesional. Por el empeño en su erudición, apenas acudió a entrenarse con su primer equipo de élite, el Botafogo. Eso no atenuó sus virtudes para el liderazgo. Era un futbolista con inquietudes y uno de sus logros fue convertir al Corinthians, su segundo club, en una sucursal democrática en un país entonces de cariz dictatorial. Todos los integrantes de la entidad participaban en la gestión.

«Sócrates jamás hizo un esfuerzo para ser un crack: sencillamente, lo era», resumió una revista brasileña al aludir al escaso interés del jugador por los entrenamientos y a su pública adicción al tabaco y a la cerveza. «Quien bebe cotidianamente es alcohólico», afirmó él en una entrevista a O Globo asumiendo su dependencia.

Solo calzaba un 37 y se convirtió en un gran especialista en marcar goles con el tacón

Fue muy especial también en el campo. Llevó al límite aquella máxima que define a los grandes futbolistas por el mínimo tamaño de su pie. Sócrates calzaba un 37 y jugaba como los ángeles. Elegante, delicado, parsimonioso, pero dotado de una determinación bestial con el gol a la vista. Jugó 63 encuentros con la selección brasileña y marcó 25 goles.

Sócrates convirtió el pase de tacón en su seña de identidad. El recurso fue en él un símbolo. La deformación de sus pies y un hueso desencajado en el talón lo habilitaron para transformar el taconazo en una parte nuclear de su fútbol. Solía ensayar y acertar al lanzar penaltis de espaldas a la portería en los entrenamientos con el Corinthians.

Fracasó en su movimiento migratorio a Europa (Fiorentina) y el ex presidente brasileño Lula lo intentó captar para su gobierno. Ayer lo recordó como un «ejemplo de ciudadanía e inteligencia».

Written by Rafael De la Piedra