Benedicto XVI habló de la fuga de documentos: «Tristeza en mi corazón, pero Dios no hará faltar la ayuda para la Iglesia»
Por primera vez, Benedicto XVI habla sobre los “Vatileaks”, y lo hace a una semana del arresto de su ayudante de cámara, Paolo Gabriele, que el miércoles pasado se encontraba todavía a su lado en el vehículo blanco durante la audiencia general.
El Papa dijo que estaba triste, pero confirmó la certeza sobre el hecho de que Dios es quien guía a la Iglesia. Además, quiso rechazar «las conjeturas, amplificadas por algunos medios de comunicación, del todo arbitrarias» que han ofrecido una imagen del Vaticano como sitio de choques y de tensiones; por ello, confirmó toda su confianza para los colaboradores más cercanos.
Durante la audiencia general de hoy miércoles, Benedicto XVI habló sobre la dolorosa situación que está viviendo tras la fuga de documentos del Vaticano.
Dijo que está triste por la situación que está viviendo. Ha criticado la manera en la que los medios de comunicación están tratando el tema y ha subrayado la confianza que tiene en sus más estrechos colaboradores. Confirma la confianza para con sus colaboradores más estrechos es, sobre todo, una señal pública de reconocimiento para el Secretario de Estado, Tarcisio Bertone, considerado como uno de los objetivos principales de la operación “vatileaks”, pero también para el secretario particular, don Georg Gänswein, para la familia pontificia y para los representantes más altos de la Secretaría de Estado y de la Curia Romana. También hay que subrayar la conclusión de su intervención, que dedicó a todos los que trabajan en la Santa Sede, fielmente y «en silencio».
A continuación el texto íntegro de sus palabras:
“Los hechos que se vienen sucediendo en estos días en torno a la Curia y a mis colaboradores provocan profunda tristeza en mi corazón pero nunca he dejado de tener la certeza de que, a pesar de las debilidades humanas, de la dificultad y de la prueba, la Iglesia está guiada por el Espíritu Santo y el Señor nunca dejará de prestarnos la ayuda para sostenerla en su camino».
«Hay muchas intromisiones, amplificadas en algunos medios de comunicación y especialmente gratuitas que van más allá de los hechos, ofreciendo una imagen de la Santa Sede que no responde a la realidad. Deseo renovar mi confianza, mi aliento a mis más estrechos colaboradores y a todos los que cotidianamente, con fidelidad, espíritu de sacrificio y en silencio me ayudan en el cumplimiento de mi ministerio”.
