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Ideología y poder

Por: Ricardo Narváez Tossi

El siglo veinte fue el siglo donde aparecieron con gran fuerza las ideologías, sobre todo las llamadas ideologías políticas, como las nacionalistas, con sus vertientes nazistas o fascistas. Las ideologías comunistas, sean Marxistas-leninistas, Maoístas, Trotskistas u otras fueron las que de alguna forma mas rechazo causaron, pero hicieron perder de vista que su oposición, el liberalismo, también era una ideología.

No fueron las únicas. Se pueden encontrar otras, como las psicologías freudianas, feministas, de género, ecologistas, etc. Pero, ¿qué caracteriza a una ideología? Son un cuerpo de ideas cerrado, que partiendo de un presupuesto básico falso –impuesto por encima de todo- se va desplegando en diversas consecuencias lógicas de este principio falso, y asumiendo una contundente argumentación, supuestamente científica y presentándose como totalmente objetiva.

Como ejemplos están el nazismo, con sus ideas de superioridad racial basándose en el darwinismo social. Lenin decía que “desde el punto de vista de la filosofía marxista que está moldeada como una sola pieza de hierro, es imposible tachar una sola premisa básica, una sola parte esencial, sin desviarse de la verdad objetiva”. Las ideologías son en si mismas profundamente autoritarias, no resisten la crítica y sus argumentaciones son siempre agresivas.

En tiempos democráticos, la forma en que se imponen las ideologías liberales es a través de las legislaciones y la descalificación de sus oponentes. La ideología de género parte de que nacimos asexuados y es la cultura la que nos impone sentirnos solamente hombres o mujeres. Las ideologías ecologistas nos dicen que el hombre, un simple primate superior, es un cáncer para el mundo. Las ideologías abortistas se aferran a la argumentación que la mujer es dueña de su cuerpo y un no nacido no es un ser humano.

En todos los casos, no importa lo que crea la sociedad, en que valores se ha construido su historia, sus creencias o fe. Hay que imponerse, como lo hacían los nazis o las dictaduras comunistas. Hay que imponer el aborto a punta de cambiar las leyes (la nefasta Corte Interamericana de Derechos Humanos lo evidencia).

Hay que imponer el liberalismo sexual en los niños y jóvenes, así los padres se opongan a las nuevas educaciones sexuales en los colegios. Las ideologías se imponen utilizando el sistema educativo formal (escuela y universidad) y no formal (medios de propaganda), tal como hicieron los nazis y los marxistas, como dice el escritor Jorge Scala.

La conciencia que tenemos de que hay verdad y mentira, bien y mal, libertad y autoritarismo, de que estos conceptos son realidades que van más allá de lo que podamos opinar, es rechazado por las ideologías. Todo se puede definir o redefinir, Y de ahí la necesidad de búsqueda de poder para imponer a la sociedad sus ideas. Y esto se hace de forma cada vez más global, a través de las Naciones Unidas, la Organización de los Estados Americanos y otras instancias internacionales, con su enorme eco en los medios de comunicación, las leyes y la educación.

Si bien el liberalismo considera que la moral es una cuestión privada de cada persona, el corazón humano iluminado por Dios siempre ha de retomar el camino de la Verdad, que es reclamada desde lo mas profundo de su ser.

Written by Rafael De la Piedra