Un experto en satanismo explica por qué va en aumento el número de jóvenes seducidos por el diablo
En una entrevista concedida el 5 de abril a ACI Prensa en Roma, Climati explicó que el satanismo «destruye aquellos valores universales que están escritos en el corazón de cada ser humano»; crea confusión y «una especie de sociedad al revés, donde el bien se vuelve mal y el mal se vuelve bien».
Consideró que los jóvenes confunden al diablo con un «ángel rebelde», y se dejan capturar «por la ilusión de una vida aparentemente libre, sin reglas», por una libertad engañosa que les lleva «a un estado de dependencia y de esclavitud».
La moda satánica y del esoterismo se extiende por todo el mundo, «por desgracia, la sociedad moderna está con frecuencia dominada por el relativismo moral y esto favorece la difusión del satanismo».
Climati explicó que a menudo, los jóvenes son «víctimas de una soledad terrible, de la incomunicación y de situaciones familiares difíciles», y encuentran en el esoterismo una «solución fácil e inmediata a sus problemas», lo confunden con un juego. «En los últimos años los jóvenes han sufrido una especie de lavado de cerebro que los empuja a no tener miedo del mundo del ocultismo», indicó.
El autor explicó a ACI Prensa que cierta «música rock puede considerarse ´diabólica´ o anti educativa», y puede resultar «un puente entre el adolescente y el culto al diablo».
El «rock satánico»»se reconoce fácilmente por los textos violentos y anticristianos», y por «las cubiertas de los CDs que ofrecen imágenes sanguinarias y blasfemas», dijo el experto.
Asimismo, consideró que Internet y lo medios de comunicación son a menudo peligrosos para los «jóvenes psicológicamente frágiles», que se divierten practicando «ritos que inventan después de haber navegado en Internet o después de la lectura de cualquier libro esotérico», «por desgracia, a veces, se puede llegar a cometer actos de violencia o asesinato».
Climati es responsable de la oficina de prensa del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, y recientemente participó en el curso «Exorcismo y oración de liberación», celebrado en Roma con el auspicio de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y la Congregación para el Clero.
En el curso se dio a jóvenes sacerdotes herramientas para apoyar a las familias y diferenciar de un modo rigurosamente científico el exorcismo como tema espiritual y teológico, del fenómeno del satanismo, vinculado a aspectos más sociales.