ALGUNAS PISTAS DEL ORIGEN DE LA PRESENCIA DE LA VIRGEN DE ALTAGRACIA EN AYAVIRI

De: Instituto Pastoral Andina

Las celebraciones de la Fiesta de Altagracia, principal fiesta patronal de Ayaviri, la cual mueve a toda la población y es una de las expresiones culturales que más junta a los ayavireños. Sin embargo, no contamos con un estudio histórico que haya descubierto los orígenes de la presencia de esta devoción y cómo ha ido transformándose con el pasar de los años. Disponer de ello permitirá dar una mayor solidez a la devoción por parte de los pobladores y poder enmarcar su participación en el discurrir de la historia. Lo único que tenemos es un relato que pretende explicar el origen de la devoción, la cual se enmarca en la segunda mitad del siglo XVIII, pero se ha convertido ya en una leyenda que en una historia.

Narra que un caballero en su viaje de Bolivia a Cusco llevaba un baúl que contenía la imagen de la Virgen de Altagracia. Se detuvo en Ayaviri para pernoctar, al día siguiente el baúl pesaba mucho más de los acostumbrado no pudiendo moverlo, aunque no contuviese nada más.

Por ello, continúa el relato, tuvo que quedarse una noche más y es durante esa velada que la misma Virgen se le aparece a este viajero en su sueño y le afirma que ella quiere quedar en Ayaviri. Sorprendido por tal acontecimiento, se lo cuenta al cura de la doctrina, lo que, a su vez, se llega a enterar todo el pueblo ayavireño, quienes piden que se cumpla el deseo de la Santísima Virgen. Así, se decide que el cuadro se quede en Ayaviri, y el caballero decide, también, quedar en dicho pueblo.

La narración no detalla si la doctrina de Ayaviri contaba ya con una virgen patrona para esa fecha o si esta devoción se inauguró siendo la patrona de Ayaviri o fue con el tiempo que fue ganando ese título. Lo cierto es que en el inventario de los bienes de la Iglesia, realizado durante el mes de diciembre de 1836, se señala como patrona del pueblo de Ayaviri a la Virgen Purificada, existiendo ya y mencionándose el culto a la Virgen de Altagracia.

Otro aspecto, además del histórico, que sirve para acercar al origen de la devoción de la Virgen de Altagracia y las modificaciones que ha ido sufriendo con el tiempo, es por medio del análisis iconográfico de las piezas que sirven de medio para la devoción. Estamos hablando del cuadro “original”, de la efigie que sale en procesión y la iconografía relacionada a la Virgen de Altagracia en otros lugares.

Empezando por el último detalle, hemos encontrado que la Virgen de Altagracia se venera, también, en República Dominicana, lugar donde es considerada “madre protectora y espiritual del pueblo dominicano”, cuya fiesta es el 21 de enero. La iconografía es de una virgen que posee las dos manos juntas sobre pecho, contemplando el pesebre donde descansa el Niño Jesús.

Es decir, totalmente diferente a la imagen que se venera en Ayaviri, la cual es una Virgen con los brazos abiertos llevando sobre su mano izquierda al Niño Jesús y en su mano derecha un cetro (en el cuadro “original” es un racimo de flores) y con la forma triangular de su cuerpo. Este mismo esquema de la Virgen de la Merced o del Rosario.

Por otro lado, es interesante analizar la escultura que yace en el segundo nivel de la calle central de la portada de la Catedral de Ayaviri. Por medio de una fotografía de gran pixelada hemos podido descubrir que la posición de la virgen es muy parecida al culto caribeño, es decir, con las manos juntas sobre el pecho.

Como vemos, el estado actual de nuestra investigación nos brinda más dudas que afirmaciones con bases históricas. Nuestra hipótesis es que la existencia de este culto, el cual sólo lo hemos encontrado en el caribe y no en otro lugar del Perú o de la zona andina, debe estar relacionada con los franciscanos y con el cura propio Dionisio Torres y Vargas.

Afirmamos lo anterior, porque un culto a la Virgen de Altagracia también se encuentra en Umachiri, parroquia con la advocación de San Francisco de Asís, al igual que la de Ayaviri. Con Dionisio Torres porque coincide con la época del origen según la leyenda y, también, porque éste fundó una capellanía de la Virgen con el mismo título en la hacienda de Ccaccani.

Lo que sí es cierto es que el origen tuvo que estar relacionado a una devoción muy fuerte entre los pobladores, la cual, con el tiempo, llegó a estar muy arraigada en el lugar, por lo que se decidió nombrarla como patrona del pueblo. Actualmente, las fiestas se han tergiversado de su origen, las cuales, lamentablemente, tienen un propósito de búsqueda de reconocimiento social para los alferados más que rendir un culto desinteresado a su Virgen patrona. Un ejemplo de las celebraciones del año pasado de la fiesta se puede conocer a través del audiovisual elaborado por el fotógrafo Rodrigo Rodrich que se encuentra disponible en YouTube.

Estas conclusiones se han podido llegar gracias a la investigación “Catedral de Ayaviri en el tiempo” que viene desarrollando el Área de Investigación del Instituto de Pastoral Andina con el apoyo de la Parroquia San Francisco de Asís de Ayaviri, a quien agradecemos su gran interés por la cultura andina.

Carlos Zegarra Moretti
Área de Investigación – IPA