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¿Tiene sentido tener fe hoy en día?
¿Dónde encontrar las respuestas a nuestras inquietudes más profundas?
¿Cuáles son las razones para creer?

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Descanso

Hermanitos orando en la mañana leí una frase que quizás no es muy importante, pero si es muy reveladora. «Jesús cansado del camino, se sentó tranquilamente junto al pozo» (Juan 4,6). Muchas veces nosotros tenemos que darnos cuenta que también nos cansamos y que – como Jesús – tenemos que sentarnos tranquilamente al lado del pozo para descansar. Para así poder darnos el tiempo de recuperar las fuerzas que necesitamos.

¿Cómo descansamos? ¿Sabemos realmente descansar? Las fuerzas para vivir cada día son un don de Dios que debemos apreciar y agradecer. No siempre lo hacemos y nos dejamos llevar por la vorágine del trabajo y de las preocupaciones. ¡Qué importante es saber descansar! Saber reposar nuestra cabeza cansada en el pecho de Jesús (Juan 13,25).

«El descanso significa dejar las ocupaciones cotidianas, despegarse de las normales fatigas del día, de la semana y del año. Dejar y despegarse de todo cuanto podría expresarse con el símbolo «Marta». Es importante que el descanso no sea andar en el vacío, que no sea solamente un vacío (en tal caso, no sería un descanso verdadero). Es importante que el descanso se llene con el encuentro. Pienso -sí, ciertamente- en el encuentro con la naturaleza, con las montañas, con el mar y con el arbolado. El hombre, en sabio contacto con la naturaleza, recobra la quietud y se calma interiormente. Por eso no es aún todo lo que puede decirse del descanso. Hace falta que el descanso se llene de un contenido nuevo, con ese contenido que se expresa en el símbolo «María». «María» significa el encuentro con Cristo, el encuentro con Dios. Significa abrir la vista interior del alma a su presencia en el mundo, abrir el oído interior a la Palabra de su verdad». (San Juan Pablo II, Ángelus. 20 de julio de 1980).

Les coloco uno de los discursos más bellos de San Juan Pablo II. Solamente se puede descansar en Jesús.

 

Written by Rafael De la Piedra