Portátiles y móviles se recargan al teclear: la batería eterna
De: ABC
Científicos proponen que la energía que provocamos al escribir en un teclado se convierta en la fuente de alimentación del dispositivo.
La movilidad es la tendencia y la autonomía, la clave. El mundo de posibilidades que han abierto los dispositivos portátiles con su conexión a internet ubicua es casi tan grande como nuestra dependencia de un enchufe. Una batería eterna suena tan bien que parece ciencia ficción. Los investigadores se devanan los sesos para conseguir que los dispositivos aumenten la duración de la batería.Y desde luego parece que convertir el principal uso de un ‘gadget’ en energía es la opción más inteligente. Recientemente aparecía un proyecto que pretende convertir la vibración sonora de la voz en energía para los ‘smartphones’ y ahora son las teclas de cualquier dispositivo las que podrían recargar la batería.
La piezoelectricidad es una cualidad de algunos materiales que adquieren una carga eléctrica cuando son sometidos a tensiones mecánicas. Investigadores australianos del Royal Melbourne Institute of Technology (RMIT) quieren aprovecharla para producir energía.
La piezoelectricidad fue descubierta en el siglo XIX y se ha observado principalmente en materiales como cristales. Sin embargo, lo que es relativamente nuevo es que esta cualidad aparezca en finas películas que podrían ir bajo el teclado de un ordenador.
Zapatillas, móviles o marcapasos
Los investigadores han realizado un estudio en el que han medido la cantidad de energía que puede generar una película piezoeléctrica, porque creen que «tienen la única posibilidad práctica de integrar la piezoelectricidad en la tecnología eléctrica existente», ha dicho la coautora del estudio, la doctora Madhu Bhaskaran, a Gizmag.
Por supuesto, esto se podría aplicar a cualquier ‘gadget’ que necesite autonomía y tenga teclas, como un ordenador portátil o un teléfono móvil. Claro que ahora muchos móviles son táctiles y eso les aleja de este proyecto; pero también se conectan cada vez más con otros dispositivos y eso amplía las posibilidades.
«La energía de los piezoeléctricos podría ser integrada en zapatillas de correr para cargar teléfonos móviles, permitir que los portátiles se alimenten a través del tecleo o incluso ser usada para convertir la presión sanguínea en fuente de energía para marcapasos», ha explicado la investigadora.
Cada vez llevamos más dispositivos con nosotros y cada vez necesitan más energía; y esa necesidad de recarga es la que quiere eliminar los científicos. «Esencialmente estamos creando la batería eterna», ha dicho Bhaskaran.